Próximo a cumplir 49 años y habiendo sido uno de los mejores golfistas de la historia, Tiger Woods busca disfrutar sus escasas apariciones por las canchas. Las lesiones que han marcado su físico y limitado sus posibildiad de competir frecuentemente no le impiden, por estas horas, estar compartiendo los fairways y los greens con su hijo Charlie, que ya anda por los 15 y abrazó la misma actividad que su papá, con singular destreza y sobre todo un enorme parecido, que puede apreciarse en un video que se ha viralizado en las últimas horas. Las similitudes gestuales son notables.